EL ANONIMO CARONTE. OTRO EJEMPLO DE EMPRENDIZAJE SOCIAL

La pasada semana acudimos a la entrega de premios del Certamen Internacional de Cortometajes Art Nalón. Y además de gozar con el directo de Hotel Vaqueros (el grupo de nuestro compañero Vallina) que nos obsequió con seis intensas versiones de canciones relacionadas con el cine, nos sorprendió la visión del documental ganador. Se trata de "El Anónimo Caronte" de Toni Bestard un director mallorquín multipremiado con sus anteriores cortos y bloguero como nosotros.

El documental es un sentido homenaje a los actores aficionados, esos que solo buscan la sonrisa en los espectadores de la comarca en la que viven, esos que dedican toda su vida a poner en marcha sencillas producciones y se conforman con una simple palmadita en la espalda. Es un documental sobre el rodaje de la película "El verdugo" (Luis Garcia Berlanga, 1963), en Mallorca, donde se rodaron parte de las secuencias finales. Y se centra en la figura de Joan Ferrer, un señor de 80 años, exdirector de una sucursal bancaria en el pequeño pueblo de Ariany en Mallorca, y que en sus tiempos mozos ejerció de actor en diferentes compañías de teatro.

Apareció en la película en un breve papel, pero en una de las mejores secuencias de la historia del cine español (de aquellas que se te quedan en la retina): la que se desarrollaba en las Cuevas del Drach, cuando la Guardia Civil requiere la presencia del pobre verdugo (Nino Manfredi) para acompañarlo a la prisión provincial, donde va a ejecutar a un reo condenado a muerte. El Guardia Civil encargado de buscar al verdugo era Joan Ferrer.

A través de su mirada volvemos a los lugares donde se rodó esta emblemática película, pero también ahondamos en la figura del actor anónimo, aquel que tiene un minuto de gloria en la gran pantalla, pero que por diferentes razones no logra encaminar una trayectoria como actor profesional."El anónimo Caronte" es uno de esos proyectos que salen de adentro, visceral y que en el fondo reivindica el papel de los emprendedores sociales, porque Joan ha dedicado toda su vida a obras sociales en su pueblo.

La recompensa le llegó el pasado enero con la nominación de la película a los premios Goya. Lástima que no lo pudiera recoger él mismo, pero solo con estar en Madrid rejuveneció un montón de años. El equipo de educaemprende confiesa que se le escaparon unas cuantas lágrimas cuando vio la película. Así que recomendamos algún que otro kleenex.